Los mejores libros que deberías leer, al menos, una vez en tu vida
Para muchas personas, los libros representan uno de los más grandes placeres de la vida y, aunque en un principio podía asociarse a la literatura como algo únicamente referido a contenido que enriquezca la cultura y la sabiduría del lector, en la actualidad se pueden encontrar cientos de títulos con una amplia variedad dependiendo de la necesidad y gustos de cada uno.
Cuando se lee un libro es evidente e indiscutible la sensación de libertad que tiene el lector, es más, en ocasiones es hasta complejo o imposible definir lo que siente cada persona al recorrer las páginas de un libro. Además, el hábito de la lectura combate el aburrimiento, aumenta el desarrollo personal y profesional, puede ser la base de un debate con amigos o familia y permite la liberación de las emociones.
Aunque, en ocasiones, el día a día y las obligaciones parecen no dejar espacio para la lectura, aún son muchas las personas que aprovechan cada momento para dispersarse y deleitarse con una de las tantas historias que se encuentran plasmadas en papel o, gracias a la tecnología, en un libro electrónico.
Algunos motivos que explican la importancia de la lectura
Los libros son los mejores aliados para grandes y chicos. Respecto a estos últimos, son sumamente importantes en su proceso de formación dado que les permite hacer volar su imaginación, descubrir, viajar y tener conocimientos sobre lo que los rodea pero, además, para los adultos también representan una serie de ventajas porque el nivel intelectual aumenta, la creatividad se ve estimulada, permite el ejercicio de la memoria, la inclusión de nuevo vocabulario, reduce el estrés y es un estímulo para cualquier otro tipo de habilidades y, en ocasiones, suele ser el mejor remedio para el insomnio.
Entretenimiento
La lectura es capaz de transportar al lector a otros sitios y momentos. También puede suceder que se vea reflejado con alguno de los personajes y que experimente diferentes sensaciones a lo largo ese recorrido. En simples palabras, al leer un libro, quien lo hace escapa, experimenta y disfruta de distintas emociones.
Contribuye al aprendizaje
La información que se recibe es transformada en conocimiento. Leer significa un crecimiento en la comprensión y en la atención, en la manera en que se observan las cosas y, por supuesto, en la concentración. También hay lugar para reflexionar, para adquirir un pensamiento crítico y para estimular la memoria.
Curiosidad e imaginación
Leer despierta, entre otras cosas, la curiosidad y la imaginación. El pensamiento no sólo se reduce al libro en sí, sino que el lector puede adentrarse en otros mundos y tener la necesidad de adelantarse a lo que pueda suceder en la historia y crear otras alternativas.
Incrementa la comunicación
Cuando alguien lee se activa el cerebro, pero, además, permite que se incorporen nuevas palabras o términos al vocabulario, se mejore la gramática y la ortografía y también las habilidades mentales.
Empatía y sociabilización
Cada libro, no importa del género que sea, permite que el lector se ponga en la piel de otra persona y empatice con ella respecto a las situaciones que atraviesa. En paralelo, el lector desarrolla un instinto afectivo y moral que le brinda cierta apertura en su vida diaria al momento de compartir y hablar de diferentes temáticas.
Salud
Leer ralentiza el envejecimiento mental y, además, activa el cerebro y lo mantiene sano. Combate el estrés, logra que los latidos del corazón sean más lentos y alivia la tensión muscular.
Compañía
Un libro es capaz de convertirse en el mejor aliado de las personas sin importar la edad que tengan y las veces que lo hayan leído. Es el compañero ideal para momentos de ocio en el hogar, para llevar de viaje o para leer mientras se espera por algún trámite.
Clásicos de la literatura universal
Existen libros que, a pesar del paso del tiempo, permanecen para siempre en la mente de quienes los han leído y que, gracias al éxito que los acompañan, se convierten en verdaderos clásicos que vale la pena leer.
Los Miserables – Víctor Hugo
Se trata de un libro que, sin duda alguna, tiene un lugar privilegiado dentro de la literatura.
Es una historia en un contexto de Francia en el siglo XIX y en ella se narra lo relativo al esfuerzo, el amor no correspondido, la pasión y, obviamente, la venganza.
El escritor logra la creación de un personaje inmortal de la mano de un ex preso que escala en la sociedad debido a una identidad falsa. Con él, su enemigo y su hija adoptiva, se ven reflejadas las diferentes clases sociales y momentos históricos que dejan al lector atrapado en aquella época.
1. El alquimista – Paulo Cohelo
El personaje central, Santiago, es un pastor que viaja al desierto buscando un tesoro pero, como es algo que no resulta para nada simple, la experiencia se transforma en un descubrimiento de su verdadero tesoro interior.
Esta es una novela en donde los sueños y las vueltas del destino son los puntos centrales y es una clara invitación a que el lector sienta que puede lograr sus objetivos y superar cada obstáculo que se le presente en la vida.
Muestra el poder de los sueños, de lo poderoso que resulta escucharse a sí mismo y de la capacidad de las personas de comprender un lenguaje que va más allá de lo verbal.
2. La divina comedia – Dante
Aunque se trata de una obra escrita hace más de 500 años, esta es elemental respecto al cambio del pensamiento medieval hacia el renacentismo. Aunque pueda parecer algo totalmente desactualizado, se lo considera como un arsenal del conocimiento.
El texto ofrece un lenguaje repleto de símbolos, personajes de la historia y la mitología y también convicciones filosóficas y morales del escritor.
Como consecuencia de la gran capacidad del poeta, la obra se puede leer otorgándole diferentes significados y, por esto, muchos artistas la tomaron de inspiración o de base para sus obras.
3. Cien años de soledad – Gabriel García Márquez
Si se busca una verdadera obra maestra de la literatura a nivel hispanoamericano y universal, esta es la perfecta.
Aquí se narra la historia de una familia a lo largo de varias generaciones y que, como se puede intuir de su título, están destinadas a la soledad.
Siendo un gran exponente del realismo mágico, este libro mezcla perfectamente lo cotidiano con sucesos imaginarios.
4. El Principito – Antoine de Saint – Exupéry
Son cientos las referencias que se hacen a este libro, principalmente algunas frases que son populares hasta en internet.
Si bien puede tomar algo de tiempo leerlo completo, es un libro que realmente vale la pena.
Se trata de un pequeño príncipe que, gracias a un viaje que emprende por el universo, es capaz de descubrir la manera en la que los adultos ven la vida y entiende profundamente cuál es el valor del amor y la amistad.
Este libro es perfecto para grandes y chicos porque reflexiona acerca de la sociedad y la vida.
5. A sangre fría – Truman Capote
Finalizando la década del ’50, una familia fue asesinada en su hogar en un pueblo del estado de Kansas. Truman Capote leyó lo que había ocurrido y, como el impacto había sido bastante grande, viajó hasta dicho sitio para conocer en profundidad lo que ocurrió ese día.
La intención no era la escritura de una crónica del crimen, sino la historia de una familia, cómo eran, sus valores, sus principios y su vida y cómo, de un momento a otro, fueron asaltados por un par de personas fuera de sì que decidieron matarlos a sangre fría.
6. Rayuela – Julio Cortázar
Lo que caracteriza a este gigante de la literatura es que se rompe lo lineal de la lectura, ya que incluye saltos hacia atrás y adelante y, de esta manera, la misma se convierte en un juego.
Si bien no cuenta con mucha trama o suspenso, lo genial es que es el lector quien decide cómo componer la lectura y cómo organizar los fragmentos.
7. El diario de Ana Frank
Entre junio de 1942 y agosto 1944, una pequeña niña de 13 años decidió escribir un diario íntimo en donde plasmaba la situación que se encontraba viviendo. Ella y su familia, de origen judío, debieron ocultarse luego de la invasión de Holanda y, desde ese cautiverio, es que Ana dejó plasmado el horror vivido durante la barbarie nazi, lo que sentía y las experiencias hasta ese momento a pesar de su corta edad.
Los clásicos de la literatura son aquellos que, por sus temáticas, personajes y tramas dignas de rememorar, ocupan un lugar privilegiado en este rubro. Su carácter universal los hace irreemplazables y pasan de generación en generación permitiendo una variedad infinita de matices que se les puede dar de acuerdo a la época en la que se vive y a la interpretación de cada lector.