Materiales de colchones: ¿cuál es el mejor para ti?
Ninguna inversión es más valiosa que la compra de un buen colchón. Porque tener un buen colchón, es tener un buen descanso. Es levantarse relajado y recargado. Para encarar el trabajo, el estudio, el gimnasio o el deporte. Es prevenir dolores de espalda y cuello. Un colchón adecuado es la clave para un buen dormir.
Pero existen diferentes tipos de colchones. Según la estructura y los materiales con los que son fabricados. Y también distintos tipos de usuario. Por su complexión, su peso, su edad y su postura al dormir. Y el colchón adecuado es aquel que tenga las características especiales. Para el perfil específico de quien va a usarlo.
Con estas consideraciones, en este artículo intentaremos dilucidar. Cuál es el mejor material para colchones. Ahondando en las ventajas y desventajas de cada uno.
Colchones de látex
Son uno de los colchones más demandados del rubro. Podemos encontrarlos de 100% látex natural, que se obtiene del árbol de caucho. 100% sintético, proveniente del petróleo. O con una combinación de ambos. En su interior, tiene pequeñas perforaciones para permitir el paso del aire. Pueden estar recubiertos con diversos géneros. Como sintético, seda o algodón, entre otros.
Ventajas
Son suaves, flexibles y se amoldan a la forma del cuerpo. Dado que las propiedades elásticas del material permiten una distribución uniforme del peso corporal. También son firmes y duraderos. Por lo que brindan la seguridad de no hundirnos cuando nos acostamos. Su cualidad termo neutra evita que su estructura cambie en función de la temperatura del ambiente. Y que sean transpirables. Además, son hipoalergénicos.
Desventajas
No son óptimos en términos de aislamiento de movimiento. Por lo que son más recomendables para durmientes solitarios que para parejas. Son muy pesados y flexibles. Y, por lo tanto, bastante incómodos para trasladarlos. Son más costosos que otros tipos. Lógicamente, no pueden usarlos las personas alérgicas al látex.
Precio
Un colchón de látex sintético ronda los 8.700 pesos. Y uno de látex natural, cerca de 11.600 pesos.
Perfil de durmiente
Los colchones de látex son ideales para personas calurosas. Para quienes duermen solos. Y padecen asma o cualquier patología respiratoria.
Colchón de espuma visco elástica
Su estructura interna de este tipo de colchones puede ser de resortes o de espuma HR. Recubiertos por una o más capas de espuma visco elástica. Un material que proporciona una gran adaptabilidad y distribución del peso.
Ventajas
Brinda un importante soporte para la columna vertebral y la zona lumbar. Un gran aislamiento de movimiento, superior al de los de látex. Son permeables a la temperatura ambiental. Ablandándose con el calor y endureciéndose con el frío. Son transpirables e hipoalergénicos.
Desventajas
Se deforman con la presión del cuerpo. Algo que puede resultar incómodo para algunas personas. Pueden generar algo de temperatura y la sensación de estar en el aire. Por lo que no es recomendable para quienes sufren de vértigo. Algunos pueden usarse de una sola cara. Por lo que no se pueden dar vuelta para emparejar el uso. Suelen ser más caros que los de látex y los demás tipos.
Precio
Según el tamaño y la densidad, se comercializan entre 9.700 y 15.500 pesos.
Perfil de durmiente
Los colchones de espuma visco elástica son adecuados. Para aquellos que deben permanecer mucho tiempo acostados. Duermen acompañados y se mueven mucho al dormir. Son friolentos y padecen dolores de espalda.
Colchones de resortes
Son los más antiguos y populares. Tienen fama de incómodos, pero la industria ha evolucionado mucho. Logrando modelos muy confortables. Pueden contar con resortes independientes o continuos. En los primeros, los resortes son metálicos, se ubican en línea vertical. Y están unidos por hilos también metálicos. Los segundos presentan una tira continua de resortes enlazada por un hilo de acero.
Ventajas
Son muy resistentes, duraderos y livianos. Fáciles de manipular y trasladar. Ofrecen buen soporte y adaptabilidad. Son transpirables e ideales para climas calurosos. Aíslan bien el movimiento. Y tienen un precio accesible.
Desventajas
Los resortes suelen perder capacidad de sostén con el paso del tiempo. Y los de mala calidad pueden hacer ruido al moverse. Dos motivos para optar por una marca reconocida.
Precio
Se pueden encontrar de entre 5.800 y 12.600 pesos.
Perfil de durmiente
Recomendados para personas calurosas y que duermen acompañadas.
Colchones de espuma de poliuretano
Son quizás los más tradicionales y clásicos del mercado. Están conformados por capas de poliéster y poliuretano. Con muchas y pequeñas burbujas de aire. Recubiertas por una funda de tela. Según la cantidad de burbujas, son más o menos firmes. Son más livianos y blandos que los otros tipos de colchones.
Ventajas
Son los más baratos del rubro. Y muy fáciles de voltear y trasladar. Reparten uniformemente el peso corporal.
Desventajas
Se deterioran con mayor facilidad. No ofrecen la firmeza que sí podemos encontrar en los demás tipos de colchones. Una densidad de espuma menor a los 25 Kg/m3 podría causar dolores. Apenas transpiran.
Precio
El precio varía en función de la densidad de espuma. Oscilan entre los 1.400 y 3.900 pesos.
Perfil de durmiente
Niños o durmientes delgados y friolentos. Ideal para el cuarto de huéspedes.
Preguntas frecuentes
¿Cómo saber si un colchón es de buena calidad?
Es importante acudir a marcas reconocidas del rubro. Comprobar qué materiales emplea en su fabricación. Y exigir un período de prueba o garantía de al menos 5 años.
¿Cada cuánto hay que cambiar el colchón?
El colchón se desgasta y pierde sus cualidades con el paso del tiempo. Por eso, los fabricantes recomiendan cambiarlo cada 10 años de uso. Para que nuestro descanso y salud no se vean afectados por su deterioro.
¿Cuál es el mejor colchón para aliviar el dolor lumbar?
Para obtener buen soporte y evitar los puntos de presión. Es ideal un colchón con firmeza entre media y alta.
¿Qué significa que un colchón es transpirable?
La capacidad transpirable remite a que el colchón permite el paso de la humedad y el sudor. Esto no sólo brinda un mejor descanso. Si no que alarga la vida útil del colchón.